domingo, 26 de junio de 2011

Sesión doble (I): Periodismo. “Todos los hombres del presidente” vs “El precio de la verdad”

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Con esta entrada empiezo una nueva serie de artículos en La Luz Azul, dedicada a la comparación entre dos películas de temáticas similares que por lo general han tenido una factura y tratamiento bastante distintos.
Las dos películas que hoy os presento están “basadas en hechos reales” pero ya veréis que este término difiere bastante en su uso para ambas.
Todos los hombres del presidente (All the President's Men, 1.976) es una producción de Alan J.Pakula basada en el caso Watergate, un escándalo político acaecido en los Estados Unidos en 1972 durante el mandato de Richard Nixon, que culminó con la imputación de algunos consejeros muy cercanos al presidente, y con su propia dimisión el agosto de 1974.
La película gira en torno a los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein del The Washingon Post que destaparon los hechos, el estilo de la cinta se acerca bastante al  de un documental, el espectador puede llegar a tener la impresión de que se trata de una cámara de filmación que va siguiendo a sus protagonistas sin que estos lo sepan en sus pesquisas.
La cinta carece de trasfondos emocionales o detalles de la vida de los protagonistas, no empatía con los protagonistas por su personalidad emocional sino profesional, sigue un orden cronológico de los hechos sin flashbacks directos o indirectos y en todo momento asistimos a una exposición de lo que se supone que es “la forma correcta en la que debe trabajar un periodista”.
Aunque la película esta rodada en color, perfectamente se podría haber filmado en blanco y negro sin que la misma perdiera en calidad cinematográfica.
Este film tiene uno de los grandes momentos del lenguaje visual del cine: Richard Nixon es uno de los protagonistas de este film  que no sale en toda la película excepto cuando aparece en una televisión en un par de ocasiones situada en la redacción del periódico, mientras el presidente jura su cargo o se dirige al país, los redactores continúan con sus trabajos en sus mesas ajenos a las alocuciones, transmitiendo por tanto profesionalidad e imparcialidad.
ShatteredGlass

En El precio de la verdad (Shattered Glass, 2.003) de Billy Ray también basada en hechos reales, el tratamiento es radicalmente distinto. Mientras en Todos los hombres del presidente el leitmotiv era la noticia buscada afanosamente por los periodistas, en el Precio de la verdad el centro de atención gira en torno al periodista y su ética como tal, cosa que no se pone en duda con Bernstein y Woodward.
Aquí el protagonista es Stephen Glass, redactor de la revista de actualidad y política The New Republic, el periodista se salta todos los valores sacrosantos de la veracidad y rigurosidad del periodismo y cuenta mentiras o fabulaciones bajo la escusa de que “podría haber sido verdad”.
El tono de la película es el de un telefilme y en este caso  la documentación “real”  disponible para la película es mucho más limitada, ya que sus protagonistas no se sienten orgullos ni de sus actos ni de los hechos, por lo que se da pie a resquicios emocionales en el argumento para poder definir mejor a los personajes y se recurre a flashbacks falsos en los que Glass cuenta como consiguió la noticias al resto de sus compañeros. Aún así tuvo la desfachatez de publicar años más tarde una novela titulada El Fabulador, sobre un periodista que se inventa las noticias en un periódico.
Dos películas de muy distinta factura, en la primera el protagonista es la historia, mientras que en la segunda lo es el personaje. La primera es una obra de maestra, a pesar de su aparente frialdad; la segunda, sin tener grandes pretensiones, es una buena película.
Próxima entrada:
“Tierra y Libertad”: Disección Histórica de la Guerra Civil Española

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