viernes, 17 de junio de 2011

Una habitación con vistas a la época victoriana

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Una habitación con vistas

Entre mediados de los ochenta y principios de los noventa abundó un cine ambientado en la época victoriana, estas películas ahondaban en la moral  y  las costumbres que estaban instauradas en los países anglosajones durante el largo reinado de la reina Victoria y años posteriores al mismo, muy especialmente en las clases media y alta.
Esta etapa histórica estaba caracterizada por una gran rigidez moral en las formas. Los sentimientos y las emociones no podían ser mostrados públicamente. Las formas y buenas maneras eran características indispensables para la promoción social. Se debía ser honesto y recto aunque sólo fuera en apariencia.
Como ya he dicho hubo un subgénero con sus correspondientes protagonistas ligados a este microcosmos cinematográfico, así, en lo que respecta a la dirección sobresale James Ivory  que junto a la producción de Ismael Merchant  realizaron las películas más destacadas de este subgénero, tendriamos: Las Bostonianas (The Bostonians, 1.984), Una habitación con vistas (A Room with a View, 1.984), Maurice (Maurice, 1.987) y Regreso a Howards End (Howards End, 1.992) entre otras, obras rigurosamente adaptadas de sus originales literarios por la guionista Ruth Prawer.
Son también destacable de otros directores Pasaje a la Indía (A Passage to India, 1984) de David Lean, Las Alas de la Paloma (The Wings of the Dove, 1.997) de Iain Softley, Retrato de una dama (The Portrait of a Lady, 1.996) de Jane Campion o Washington Square (Washington Square 1.997) de Agnieszka Holland.
En cuanto a las historias que se cuentan, estas suelen ser adaptaciones de novelas de dos escritores concretos: Edward Morgan Forster ambientado en Inglaterra y colonias y Henry James para historias que transcurren en el nuevo mundo.
En el plano interpretativo destacan como actrices Emma Thompson y muy especialmente Helena Bowman Carter.  Como actores Hugh Grant y Anthony Hopkins.
the-remains-of-the-day-original
Lo que queda del día

Por lo general, son películas de cuidada ambientación tanto en lo que se refiere a decorados de interior como de exterior y no digamos en lo que respecta al vestuario.
Las historias que se cuentan suelen seguir un patrón parecido: los protagonistas perseguidos por la rigidez costumbrista y moral buscan una puerta de salida hacia un entorno en el que puedan expresar sus emociones y pasiones y alcanzar sus anhelos de libertad sin ningún tipo de represión sociológica. Unas veces lo conseguirán y otras no. Concretando un poco más los temas y de forma representativa tendremos:
Costumbrismo: Una habitación con vistas.
Homosexualidad: Maurice.
Feminismo: Las Bostonianas.
Colonialismo: Pasaje a la india.
Relación de clase y servidumbre: Lo que queda del día.
Incluso este subgénero cuenta con su película  crepuscular tanto por el año de producción como por la época que abarca el film, justo antes de la II Guerra Mundial que es la genial Lo que queda del día (The Remains of the Day, 1.993), donde podemos ver una sociedad cuyos usos y costumbres están en plena decadencia.
Wings of the Dove
Las alas de la paloma

Hay otro cine también  muy en boga en los ochenta y los noventa y de características similares al que estamos tratando y basado en las novelas de Jane Austen pero que transcurre en una época anterior y que será merecedor de una entrada a parte en esta bitácora.

Próxima entrada:
Sesión doble (I): Periodismo. Todos los hombres del presidente vs El precio de la verdad.

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